domingo, 28 de agosto de 2011

Capítulo 27


Decidí no escuchar más. Esto era algo privado de lo que yo no debía enterarme así que opté por bajar a la cafetería a tomarme un café bien cargado porque esta noche iba a ser larga. Al igual que todas las anteriores.

Me tomé un café solo, con dos cubitos de hielo y un sobre de azúcar. Detesto las cosas amargas.
Opté por tomármelo con calma para que Danny tuviera unos minutos más a solas con Dougie.
Pero tras media hora no aguantaba más sentada en la cafetería y necesitaba ir a verle de una vez por todas.

Cogí el ascensor hacía la novena planta y entré en la habitación en la cual minutos atrás había escuchado esa conversación.
No se oía nada así que decidí curiosear que ocurría dentro.
Danny estaba dormido como un bebé sobre el pecho de Dougie.

Intenté entrar sin hacer ruido, pero gracias a lo patosa que soy no me salió del todo bien…

*HHSGDEVYEDRH*

-¿QUÉ?- gritó Danny- ¿QUÉ HA SIDO ESO?

- Tranquilo, tranquilo- dije asustada- Sabes que soy patosa, y lo he tirado todo.

- Bueno, yo ya me voy- Dijo con prisa- Te dejo a solas con Dougie.

- Si quieres puedes…

- No- Dijo sin dejarme terminar la frase- Quédate solo tú, yo me voy a dar una vuelta.

Y sé fue haciendo mucho menos ruido del que yo había echo al entrar.

Me senté en la que ya era mi silla y le agarré la mano a Doug para decirle todo lo que tenía pensado.

- Dougie- Empecé a decir- He escuchado lo que te decía Danny, sé que no debía pero lo he e echo.

Sorbí por la nariz puesto que las lágrimas y los respectivos mocos empezaban a aparecer. Como de costumbre.
Pero decidí proseguir. Necesitaba contarle a mí prometido todo lo que sentía y lo mucho que significaba para mí.
Pero no quise expresárselo oralmente. Necesitaba escribirlo. Que lo tuviera a su lado siempre, y jamás lo olvidara.

Me puse manos a la obra y comencé a escribirle todo lo que sentía. Pero tras media hora llorando y sacando a la luz todos mis sentimientos supe que tenía que desconectar. No podía seguir con esto mucho tiempo más. O acabaría por caer enferma. Y eso era lo que menos necesitábamos en estos instantes.

 Opté por salir del hospital a pasear. Eso sí, antes de esto le dije a Gio y a Tom que se pasaran apara hacerle compañía, porque aunque estuviera en coma no quería que se sintiera solo en ningún instante.

Me fui a un parque que estaba tras en hospital. En el mismo que meses atrás había corrido desesperadamente a saludar a mi mejor amigo tras estar un tiempo sin verle por culpa de la gira.

Recordé todos los momentos a su lado y no pude evitar volver a llorar.
Como sabía que esto iba a terminar mal y no me apetecía quedarme sola en un parque a las tantas de la noche opté por irme a un bar a ver si con un poco de suerte me encontraba a Harry como la última vez y hablábamos.
Porque eso era lo que yo necesitaba. Hablar. Soltarlo todo de una vez por todas.

Entre a una especia de ver. Que olía a sobaco sudado y a alcohol.
No es que fuera un lugar muy agradable, pero no tenía demasiadas ganas de ver a pijos y niñatos consentidos que se emborrachan para creerse mejores.
Detesto a ese tipo de gente.

Caminé hacia el extremo más opuesto respecto a la puerta principal, junto a los lavabos.

Había una gran mesa de billar, donde estaban jugando unos cuantos amigos intentando sacar algo de dinero.
Uno de ellos. El más alto. Se me aproximó.
Era guapo y atractivo, eso no podía negarlo. Pero yo estaba profundamente enamorada.

- Ey guapa- dijo el chaval- Te invito a una copa. O a lo que tu quieras- añadió con pinta de pervertido.

- Con una copa me basta- Dije intentando que se alejara de mí.

Una copa, luego otra y una última más.
Yo ya estaba lo suficientemente borracha como para salir a la calle y caerme de bruces. Así que fui en dirección a la salida con la intención de irme a descansar a mi casa. Pero no todo iba a salir tan bien como yo creía.

El chaval de las copa empezó a agarrarme y arrastrarme hacia el baño.
Yo sabía que iba a pasar pero no era capaz de defenderme. Estaba demasiado borracha.

Me metió con fuerza en los lavabos y empezó a bajarse la bragueta de sus pantalones mientras rompía mi camiseta.

Realmente no me creía que esto estuviera pasando asíque cerré los ojos con fuerza rezando por que terminara lo más rápido posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario