lunes, 29 de agosto de 2011

Capítulo 28


Intenté gritar lo más fuerte posible, pero en ese mismo instante entró mi salvación por la puerta. Era Harry.

- Mira chaval tienes exactamente tres asquerosos segundo para soltarla y quitar tu culo de este local, ¿me has entendido?

El chico lo dudo unos instantes pero tras ver que Harry estaba de todo menos débil se marchó tal y como había llegado.

Estuve unos instantes en estado de shock mientras que Harry amablemente me daba su chaqueta y me acompañaba hasta un banco fuera de ese lugar.

- ¿Vic?- Me preguntó realmente asustado- ¿Estas bien? Mira que si te llega a pasar algo yo…

Pero no le doy tiempo a contestar puesto que yo ya estaba llorando desconsoladamente en sus brazos.
Vaya racha llevaba hoy, a este ritmo me deshidrataría pronto.

- No sé que hubiera pasado si tu no hubieras llegado en ese instante- dije entre sollozos.

- Shh- dijo intentando calmarme- Estaré contigo siempre que lo necesites, ¿vale?

Yo asentí mientras sorbía por la nariz.

- Bueno- dije mucho más calmada- ¿Y que hacías tú por aquí?

- ¿Yo?- Preguntó sorprendido- Estaba esperando a mi novia, Stela. Es muy maja, y muy guapa. Te caerá bien.

Asentí.

- Pues- Prosiguió- Estaba aquí sentado esperando a que llegara cuando de repente te vi entrar al bar. Y como tardabas demasiado en salir decidí entrar a investigar que pasaba. Cuando vi que no estabas me temí lo peor y me dirigí a los lavabos.

Tragué saliva. Aún no me había repuesto de lo que había estado a punto de ocurrir.

- ¿Y tú? –Me preguntó- ¿Qué hacías por aquí? ¿No deberías estar con Dougie en el hospital?

- En efecto- respondí- Pero necesitar desconectar por lo que le dije a Tom que se quedara allí mientras que yo salía.

Estuvo unos instantes procesando la información pero como no se decidía a continuar hablando decidí retomar yo la información.

- Bueno, háblame de tu novia.
- Vale- dijo feliz.

Y empezó a contarme lo todo.
Me dijo que era un fan, de la cual se había enamorado desde el primer instante.
Me la describió como baja y de ojos oscuros. Tambien me dijo que tenía el pelo oscuro.
De un negro precioso. Que caía en ondas por la espalda. Tambien tenía ciertos reflejos morados.
Por lo que me contó parecía que era guapa. Aunque no podría saberlo hasta verla en persona.
Pero si Harry estaba así de enamorado debería ser fabulosa la chica.

A lo lejos una muchacha algo baja empezó a hacerle señas a mi amigo, por lo que supuse que era Stela.

- ¿Esa es la afortunada?- Pregunté con curiosidad.

- No- dijo Harry con una sonrisa en la boca- Es Inmature una vieja amiga.

Y soltó unas carcajadas que posiblemente se habrían oído en el resto del universo.

La chica se acercó con cara de extrañada. Cosa normal puesto que la cara de mi amigo era todo un poema.

Me levanté del banco con la intención de presentarme pero se me adelantó.

- Hola- dijo sonriendo- Soy Stela, eres Vic, ¿no?

Y lo entendí todo. Lo del nombre era una broma de Harry. La verdad es que este hombre no tenía remedio.

Entre carcajadas intenté responderle a la chica. Cosa que no me salió del todo bien.

Y entre tanto buen royo empezó a sonar el móvil de Harry. Supuse que era propaganda pero al ver la cara que puso al ver el número noté que me equivocaba otra vez.

- ¿Sí?- Preguntó entusiasmado- ¿Tom , que ocurre?

¿Tom? ¿Pasaría algo con Dougie?

- No tranquilo- presiguió- Yo se lo digo. Adios.

Le miré con cara de entusiasmada esperando una respuesta.

- Era Tom- Me dijo serio- Ha pasado una cosa con Dougie hace unos instantes.

domingo, 28 de agosto de 2011

Capítulo 27


Decidí no escuchar más. Esto era algo privado de lo que yo no debía enterarme así que opté por bajar a la cafetería a tomarme un café bien cargado porque esta noche iba a ser larga. Al igual que todas las anteriores.

Me tomé un café solo, con dos cubitos de hielo y un sobre de azúcar. Detesto las cosas amargas.
Opté por tomármelo con calma para que Danny tuviera unos minutos más a solas con Dougie.
Pero tras media hora no aguantaba más sentada en la cafetería y necesitaba ir a verle de una vez por todas.

Cogí el ascensor hacía la novena planta y entré en la habitación en la cual minutos atrás había escuchado esa conversación.
No se oía nada así que decidí curiosear que ocurría dentro.
Danny estaba dormido como un bebé sobre el pecho de Dougie.

Intenté entrar sin hacer ruido, pero gracias a lo patosa que soy no me salió del todo bien…

*HHSGDEVYEDRH*

-¿QUÉ?- gritó Danny- ¿QUÉ HA SIDO ESO?

- Tranquilo, tranquilo- dije asustada- Sabes que soy patosa, y lo he tirado todo.

- Bueno, yo ya me voy- Dijo con prisa- Te dejo a solas con Dougie.

- Si quieres puedes…

- No- Dijo sin dejarme terminar la frase- Quédate solo tú, yo me voy a dar una vuelta.

Y sé fue haciendo mucho menos ruido del que yo había echo al entrar.

Me senté en la que ya era mi silla y le agarré la mano a Doug para decirle todo lo que tenía pensado.

- Dougie- Empecé a decir- He escuchado lo que te decía Danny, sé que no debía pero lo he e echo.

Sorbí por la nariz puesto que las lágrimas y los respectivos mocos empezaban a aparecer. Como de costumbre.
Pero decidí proseguir. Necesitaba contarle a mí prometido todo lo que sentía y lo mucho que significaba para mí.
Pero no quise expresárselo oralmente. Necesitaba escribirlo. Que lo tuviera a su lado siempre, y jamás lo olvidara.

Me puse manos a la obra y comencé a escribirle todo lo que sentía. Pero tras media hora llorando y sacando a la luz todos mis sentimientos supe que tenía que desconectar. No podía seguir con esto mucho tiempo más. O acabaría por caer enferma. Y eso era lo que menos necesitábamos en estos instantes.

 Opté por salir del hospital a pasear. Eso sí, antes de esto le dije a Gio y a Tom que se pasaran apara hacerle compañía, porque aunque estuviera en coma no quería que se sintiera solo en ningún instante.

Me fui a un parque que estaba tras en hospital. En el mismo que meses atrás había corrido desesperadamente a saludar a mi mejor amigo tras estar un tiempo sin verle por culpa de la gira.

Recordé todos los momentos a su lado y no pude evitar volver a llorar.
Como sabía que esto iba a terminar mal y no me apetecía quedarme sola en un parque a las tantas de la noche opté por irme a un bar a ver si con un poco de suerte me encontraba a Harry como la última vez y hablábamos.
Porque eso era lo que yo necesitaba. Hablar. Soltarlo todo de una vez por todas.

Entre a una especia de ver. Que olía a sobaco sudado y a alcohol.
No es que fuera un lugar muy agradable, pero no tenía demasiadas ganas de ver a pijos y niñatos consentidos que se emborrachan para creerse mejores.
Detesto a ese tipo de gente.

Caminé hacia el extremo más opuesto respecto a la puerta principal, junto a los lavabos.

Había una gran mesa de billar, donde estaban jugando unos cuantos amigos intentando sacar algo de dinero.
Uno de ellos. El más alto. Se me aproximó.
Era guapo y atractivo, eso no podía negarlo. Pero yo estaba profundamente enamorada.

- Ey guapa- dijo el chaval- Te invito a una copa. O a lo que tu quieras- añadió con pinta de pervertido.

- Con una copa me basta- Dije intentando que se alejara de mí.

Una copa, luego otra y una última más.
Yo ya estaba lo suficientemente borracha como para salir a la calle y caerme de bruces. Así que fui en dirección a la salida con la intención de irme a descansar a mi casa. Pero no todo iba a salir tan bien como yo creía.

El chaval de las copa empezó a agarrarme y arrastrarme hacia el baño.
Yo sabía que iba a pasar pero no era capaz de defenderme. Estaba demasiado borracha.

Me metió con fuerza en los lavabos y empezó a bajarse la bragueta de sus pantalones mientras rompía mi camiseta.

Realmente no me creía que esto estuviera pasando asíque cerré los ojos con fuerza rezando por que terminara lo más rápido posible.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Capítulo 26


Terminé el concierto y tras ello todo iba según lo “previsto”. Aplausos, besos y felicitaciones.
Pero yo solo podía pensar en él. En la persona por cual yo lo dejaría todo y que en estos instantes estaba en el hospital… en… coma.

Fui corriendo como si mi vida dependiera de ellos, cosa que de verdad era, hasta el hospital.

- Dan- dije con la voz temblorosa- ¿Ha mejorado algo?

- No- dijo decaídamente- Pero tampoco ha empeorado, cosa que es buena.

- Si quieres vete a tu casa a dormir- proseguí- Y me quedo con él para hacerle compañía.

- Vale- dijo besándome la frente- Intenta descansar.

Pero eso iba a ser imposible. Así que en cuanto que salió por la puerta de la habitación me senté en un sofá a la altura de sus manos.
Estaban frías. Congeladas más bien.
Se las froté con la esperanza de calentarlas.

Estuve toda la noche cantándole la canción. Su canción.
Rezando por que se despertara, me mirara y dijera que todo iba a salir bien.
Pero como era obvio no se despertó en toda la noche. Aún así yo le canté con ímpetu, pero sin obtener beneficio alguno.

Los días pasaban y yo iba perdiendo la esperanza.
Podría estar postrado en esa cama durante semanas, años o incluso no despertarse nunca más.

Mi estado anímico era horrible y mi aspecto físico aún peor.

- Vic- susurró una voz.

- ¿Dougie?- Pregunté sobresaltada- ¿Has sido tú?

- No- dijo Danny- He sido yo.

- ¿Qué ocurre?- Pregunté confusa.

- Vete a ducharte a tu casa. Descansa un rato y luego vuelves. Yo me quedaré con él.

No me apetecía alejarme de Doug, pero estaba echa polvo y necesitaba darme al menos un baño largo y relajante.

Como no tenía ganas ni fuerzas para articular palabra alguna me limité a asentir con la cabeza y salí de ese lugar lúgubre.
Odiaba los hospitales porque eran grises y deprimentes. No ocurrían cosas buenas dentro y eso lo hacía más deprimente si  era posible.

 Fui andando a mi casa puesto que estaba relativamente cerca y yo no tenía nada de ganas de conducir.

En cuanto llegué dejé los tacones en la entrada y pegué un portazo. No tenía ganas de hablar con nada ni hacer nada por el estilo así que antes de nada desenchufé todos los teléfonos de la casa y después ya me fui tranquilamente al cuarto de baño.
Pero no tardé mucho en derrumbarme, por que su cepillo de dientes estaba justo en frente de mí. Y recordé los buenos momentos en este mismo lugar... con él.

Decidí optar por lo rápido y llené la bañera de agua caliente, me metí y me relajé.
Cuando quería darme cuenta estaba arrugada como una pasa y el agua se había enfriado por completo. Me había quedado dormida.

Cuando pasé por delante del espejo vi que había deteriorado mucho. Parecía una mujer con cuarenta años más.
Esto me estaba pasando factura.

Cogí un taxi y me apresuré por ir al hospital. Pero justo cuando iba a entrar en la habitación escuché una voz. Era Danny.

- Dougie tío- dijo entre lágrimas- Tienes que recuperarte ya. Vic lo está pasando fatal. Te echa mucho de menos.

Se paró un instante pero no dudó en proseguir.

- Ya no come, no duerme, no vive. No te gustaría verla así- Cogió aire y continuó hablando- No parece una persona, solo se sienta aquí durante horas y te canta. ¿Me oyes D? TE CANTA DURANTE HORAS. Ahora mismo estará se camino hacía aquí para volver a hacer lo mismo. Tío, despiértate ya y lo le hagas sufrir más. Ya no tiene brillo en sus grandes ojos, ni tiene su típica sonrisa que ilumina el mundo. Solo está triste y decaída. Así que levántate ya…

martes, 23 de agosto de 2011

Capítulo 25


El gran día había llegado de una vez por todas, era el cumpleaños de mi novio.
Había dejado el prado precioso. Con globos, comidas y demás.
Solo faltaba que Dan lo trajera aquí mientras que yo le cantaba su canción. La que yo había compuesto.

Pasaban las horas y no había rastro de él. Los invitados se aburrían y yo me estaba desesperando. ¿Dónde demonios se había metido Doug?

Pero mi peor pesadilla se hizo realidad.

-¿Dan?- Dije contestando el teléfono- ¿Qué a pasado? ¿Dónde estáis?

-Vic, es urgente. Ven al hospital. Dougie está en coma.

Tiré mi teléfono al suelo y corrí desesperadamente hacia mi coche con las lagrimas derramándose por mi rostro.

¿Por qué a él? Eh! Que alguien me explique por que le pasa esto a la mejor persona del mundo. Podía haberme pasado a mí, porque seguramente yo me lo merecía más que Dougie.
Él nunca hacía nada malo. Nunca se metía con nadie…
Era una persona sin malicia alguna.

Llegue en algo menos de quince minutos al hospital y me encontré a un Danny derrumbado por la pena. Es su mejor amigo.

- Dan.. Danny- balbuceé- ¿Qué le ha ocurrido?

- Vic, veníamos por la calle cuando de repente unos tíos se nos abalanzaron encima. A mí no me hicieron nada, pero me pidieron que te diera esto.

Me pasó un trozo de servilleta con el siguiente mensaje: Te lo advertí.

Y de repente lo recordé. Angy.
Angy era la culpable de todo esto. Ya me lo había advertido en un pasado, y yo no le hice caso.

Estallé en lágrimas y le pregunté al doctor que llevaba su caso sobre su estado.

- Mira, yo no quiero mentirte- Dijo el doctor- Tu prometido está muy grave. No se sabe cuando puede salir del coma. Puede que esté así eternamente.

Yo ya no aguantaba más esta situación y entre lágrimas fui a la habitación a verle.

- Cariño- susurré- debes ponerte bien. Yo te necesito a mi lado. Yo sin ti no valgo..

Oí unos pasos tras de mí, pero supuse que era Dan o alguno de los chicos por lo que no le dí demasiado importancia.

-Vic- dijo la voz ronca de Danny.

Se notaba que había llorado y esto me partía aún más el corazón.

- Vic- Repitió- Dice Harry que no te preocupes. Que él se encargará de Angy.

Asentí sin mirarle.

- ¿Vas a cancelar el concierto de esta noche verdad?- Insistió- Si quieres yo…

- No Danny. Se lo debo a la gente- Dije seria- Tú quédate aquí mientras que yo voy a actuar. A las 12 vendré para quedarme con él.

- ¿Estás segura?- Dijo Danny mirándome a los ojos- Ellos lo entenderán.

Pero yo no quería darle más explicaciones. Decidí irme a dar el concierto para volver cuanto antes.

Nada más llegar al sitio donde iba a realizar el concierto se notaba la euforia. Se notaba el buen royo y la felicidad del público.
No. No lo soportaba.
Mi prometido estaba inconsciente en una cama y ellos se lo estaban pasando mejor que nunca.
Definitivamente no era justo.

Llegó la esperaba hora y entre gritos y aplausos salí al escenario.

Canté un par de canciones y le de dediqué el concierto a mi madre tal y como prometí.
Pero cuando llegó la última canción.. SU canción…
Me derrumbé.
Era la misma canción que el debería haber oído hoy por primera vez..

- Querido público- Dije entre lágrimas- Como ya sabréis mi prometido ha sufrido un grave accidente y está en el hospital.

Tragué saliva.

- Esta- proseguí- Es su canción. La que le compuse. Así que va por ti cariño.

Empecé a cantar mientras que las lágrimas fluían por mi cara.
Y mientras yo cantaba no sabía si mi prometido seguí con vida o había ocurrido lo peor.

martes, 2 de agosto de 2011

Capítulo 24

Pasó el tiempo y cuando quedaban un par de días para la boda de mi mejor amiga mi disco estaba terminado.

- Te ha quedado precioso- dijo Dan- Estoy muy orgulloso de ti.

Mi disco era sencillo, medio dulce medio rockero.
Yo aparecía en la portada. Tumbada en un sofá y con mi inseparable guitarra.
Era sencillo, con las siguientes canciones:

I’m a Pretty Rebel

1. The Only exception
2. Disechanted
3. All the small things
4. Halo
5. I don’t wanna be
6. Not alone
7. Ultraviolet
8. Little by little

Estaba muy emocionada por mi disco. Es más, ya ni me quedaban uñas que morderme.

- Tranquila, todo está perfecto- Me había dicho Doug la noche anterior.

Pero yo no podía estar tranquila. Era demasiado exigente conmigo misma.
Había repasado todas y cada una de las letras unas diez veces. Todos los acordes, el ritmo, la sintonía…
Había afinado mi guitarra cinco veces e incluso había puesto de los nervios a Danny.

- Vic- dijo Danny- Por decimoséptima vez, tranquilízate. Vas a ser número uno en todos los países y no tienes por que preocuparte- insistió.

- Vale- dije sin dejar de estar nerviosa- Pero entiéndeme. Es mi primer disco y mañana sale a la venta.

- Yo me encargo de todo- dijo- Tú vete a fastidiar a otra persona ya.

-Gracias. Eres el mejor.
- Lo sé- oí a lo lejos.

Nunca cambiaría. Bueno, eso me alegraba porque Dan era la persona más feliz de todo el planeta tierra.
Ni una sola vez lo vi triste o decaído.

Salí corriendo para ver a mi novio pero como no lo encontré decidí quedarme en casa pensando en como iba a ser su cumpleaños.

Lo tenía claro. Sería en prado en el que celebramos el mío.
Podríamos una carpa y dentro comida, mucha comida. Solo irían los chicos con sus novias. Y justo cuando llegara le haría sentarse en una silla y le cantaría su canción.
La misma que terminé de componer el día que me pidió matrimonio.

Y así, pensado en el cumpleaños, me dormí.

Acabo de levantarme porque es la boda de Gio y Tom y yo, como dama de honor, tengo que llegar de las primeras.

La boda iba a ser intima. Solo amigos y personas allegadas.
En una pequeña iglesia de un pueblo tranquilo.

Cuando llegó  la hora entró Tom a la iglesia y se colocó en su lugar.

Iba guapísimo, como siempre. Llevaba un esmoquin negro, con corbata azul marina y los zapatos a juego.
Dos gemelos en cada muñeca de la manga dorados cortesía de mi prometido, y la melena rubia repeinada hacia detrás.

Minutos después llegó mi amiga con su precioso traje blanco. Estaba radiante.

Hacían una pareja perfecta, y quien lo negara mentía.

La misa transcurría tranquila, y en un momento de la ceremonía Dan me pidió que cantara una canción en lugar de la marcha nupcial como regalo de boda.
Obviamente accedí.

Decidí cantar The Only exception  puesto que era la canción favorita de mi dico de mi mejor amiga.

Mientras cantaba vi como Gio tenía los ojos brillantes de felicidad.

Definitivamente ya nada saldría mal, puesto que en un mes iba a ser el cumpleaños de mi novio, y meses después mi novio. Todo eso, y además mañana saldría mi disco al mercado.
Definitivamente perfecto.

jueves, 14 de julio de 2011

Capítulo 23

- Vic, Vic, despierta- susurró Dougie en mi oído.

- Mmm… 5 minutos más mamá- dije burlándome.

- Tendré que pasar al plan B- dije con una sonrisa pícara.

Oh. No. Yo sabía cual era el plan B, cosquillas.

- No, no por favor- Supliqué- Ya me levanto.

- A sí me gusta- dijo contento con el resultado.

Nos vestimos a toda prisa y una hora después estaba en el estudio con Dan.
Yo estaba decidida a preguntarle la historia de la canción.

- Vamos a terminar pronto de grabar la canción pronto que en un par de horas viene Gio y los chicos a grabar Ultraviolet- dijo- Siéntete afortunada por aún nadie ha escuchado esa canción.

- Dan- dije- ¿Puedo preguntarte una cosa?

- Lo que quieras- dijo serio- Siempre.

- Dougie me ha dicho que Not alone la cantas siempre solo- proseguí- ¿Por que conmigo no es así?

- Ah… con que era eso…- dijo decepcionado- Te voy a contar la historia de esa canción.

Me contó que iba solo en el tren cuando la compuso. Que no había creado más canciones él solo. Y también dijo que la grabaría conmigo porque haría todo lo que estuviera en su mano para que yo triunfara.

- Gracias- fue lo único que pude decirle antes de abrazarle.

Podría haberle dicho cientos de cosas. Demasiadas. Pero por el contrario lo único que fui capaz de decirle era gracias.

Grabamos la canción y quedó perfecta en un solo intento.

- Increíble- Balbuceó Danny- McFly nunca ha conseguido grabar algo a la primera.

Me dio un beso en la frente y fue a abrir la puerta tara que pasaran los chicos.

Y una vez más quedó perfecta la canción a la primera vez.

-Eres increíble- Dijeron los chicos.

Pasaban las horas y estábamos en el jardín tirados en el suelo riéndonos.

Yo estaba sentada con las piernas cruzadas y Dougie estaba haciendo el tonto con Danny en la otra punta. Como siempre.

Pero ocurrió algo que no me esperaba. Algo que nunca me imaginé.

-Perdón- Dijo Harry- No quiero interrumpir, pero tengo una duda.

Todos nos callamos y miramos al grandullón impacientemente.

- Vic- Dijo- Y Dougie. ¿Cuando nos ibais a contar que os habíais prometido?

Mierda. ¿Cómo lo había descubierto? Por que aunque llevara en anillo puesto no destacaba mucho.

Todas las miradas se clavaron primero en Doug y finalmente en mí.
Yo esperé unos instantes a que él dijera algo pero intuí que esta vez tendría que ser yo quien hablara.

Comencé a hablar.

- Cuando nos fuimos a la playa, Grecia para ser exactos- comencé a hablar- Me pidió que me casara con él. Y obviamente le dije que sí.

Hubo otro silencio.

- Dougie- Proseguí- Quería contároslo pero yo le pedí que esperáramos hasta la boda de Tom y Gio.

Todos se callaron. Todos, menos mi amiga.

- Te odio- Dijo Gio- En estas cosas debo ser la primera en enterarme. Tendrías que haberme llamado en ese mismo instante.

Y todos se rieron. Felices.

Dougie se sentó detrás de mí y me abrazó.

-¿Cómo lo has descubierto Harry?- Preguntó mi novio.
- Ha sido fácil-contestó- Llevabas un rato mirando a Vic de forma más empalagosa que antes. Y luego vi el anillo- Continuó hablando, pero ahora refiriéndose a mí- Vic, nos estas convirtiendo a Dougie en un empalagoso insoportable.

Y ahí todo el mundo estalló en una carcajada.

Mientras todos reían yo me besaba con mi empalagoso y adorable prometido.

Capítulo 22

- ¿Papá?- dije dudosa- ¿Eres tú?

- Sí cariño- dijo cariñosamente- Ven aquí.

Le abracé con todas mis fuerzas. Hacía cuatro años que no lo veía. Desde el fallecimiento de mi madre, y mi partida hacia Londres.

Nada había cambiado, se seguía echando el mismo perfume, seguía teniendo la misma chaqueta de cuero…
Apuesto a que aún tocaba la misma canción que me tocaba cuando era pequeña.

- Hola- dijo Dougie interrumpiéndonos.

- Es que tardabas mucho y me había empezado a preocupar- dijo mirándome con ojos de amor.

Me separé de mi padre y besé a mi novio.

- Papá- dije- Este es Dougie- Añadí presentándolos.

- Hola señor- dijo mi novio.

Mi padre se limitó a mover la cabeza.

- Es un poco repentino para contártelo- le dije a mi padre- pero nos vamos a casar. Y lo que más me gustaría es ir agarrada de tu brazo ese día.

En ese momento la cara mi padre se volvió blanca. Yo pensaba que iba a gritar o algo parecido pero no. Ocurrió justo lo contrario.

- Felicidades pequeña- dijo- me alegro mucho por vosotros- añadió- Claro que irás agarrada de mi brazo.

- Gracias papá- dije acercándome a él.

- Bueno…- Charrasqueó Dougie- Creo que va siendo hora de marcharnos de aquí, ¿no creéis?

- Sí, si- Dije- Vamos, vamos.

Salimos del cementerio y era mucho más tarde de lo que pensaba puesto que ya había anochecido.

- ¿Venís a casa?- Preguntó mi padre- Tengo unas camas  libres…

Miré a Dougie para ver su reacción y por una fracción de segundo hizo una mueca que  delató que no tenía la menor gana de ir pero en cuanto se percató de que le estaba observando me sonrió como muestra de aprobación.
Sabía que si yo quisiera podríamos estar un mes en la luna que el no me lo negaría; es más, me diría: “si tú eres feliz aquí, yo también”

- No papá- dije- Me apetece mucho estar contigo, pero teníamos un plan preparado…

Hubo un incomodo silencio durante unos segundos.

- Papá- continué- Te quiero mucho, pero entiéndenos, teníamos planes hechos. Pero en ha vernos siempre que quieras.

Le abracé fuertemente. Quería mucho a mi padre, pero me apetecía pasar una noche con mi novio antes de volver a la realidad. Antes de adentrarme en mi aventura con el disco.

- Te quiero- le susurré al oído.

- Y yo a ti- dijo mi padre con la voz temblorosa.

Me marché rápidamente con mi novio y tras un rato andando se paró en seco.

- Pequeña- Dijo Doug- ¿Tenemos plan para hoy?

Empecé a reírme. A reírme de él. Era tan fácil engañarle…
Era una especie de peluche amoroso que decía palabras que te hacía rozar el cielo con la punta de los dedos.

- ¿No te lo había contado?- Dije haciéndome la loca- Hemos quedado con mi ex-… Creo que vamos a volver… - Mentí- Pensaba que te lo había dicho.

Su cara se había convertido en un poema.
Realmente amaba tomarle el pelo, se lo creía absolutamente todo.

- ¿Así?- Dijo con los ojos brillantes- Mmm... Creo que me tendré que pegar a alguien, en ese caso.

- Dos hombres peleándose por mí- dije sonriendo con todas mis ganas- Creo que puedo acostumbrarme.

Y empezamos a reírnos. Solo como nosotros dos sabíamos.

-Bueno puesto que él no aparece- dijo Dougie- Tendré que pegarme contigo.

Puso su típica sonrisa y antes de que me diera tiempo a reaccionar me cogió en brazos.

- Bájame- supliqué riendo.

- Creo que no- Dijo aproximando su cara a la mía.

De repente empezó a llover, y no unas simples gotas sino a llover con ganas.

- Está lloviendo- suspiró haciendo un amago por dejarme en el suelo.

- Bueno pero si además de guapo eres listo- Dije burlándome de él, sin que me dejar que me soltara.

- Que graciosilla estas echa- dijo fingiendo indignarse- Me refería a que si quieres que entremos a un hotel o algo para resguardarnos de la lluvia.

- Claro- dije- pero espera un momento.

- ¿Por qué?- preguntó- ¿Qué ocurre?

- Que si te besara en un hotel como pienso hacerlo ahora nos tomarían por locos- Dije besándole.

- Creo que voy a rezar para que llueva más a menudo- Dijo volviéndome a besar.

Al cabo de unos minutos un tanto intensos entramos en el primer hotel que vimos y nos registramos para pasar una noche.

- Mañana por la mañana cogemos el tren- dijo Dougie.

- Perfecto porque he quedado con Dan para grabar not alone para el disco.

- Me parece muy raro que quiera cantar esa canción contigo…-musitó.

- ¿Porqué?- Pregunté realmente sorprendida.

- Será mejor que te lo cuente él- dijo dubitativo- Es algo personal.
Ahí terminó nuestra conversación.

Nos duchamos y nos acostamos pronto ya que teníamos que llegar pronto a la estación para coger el tren.

Pero la noche se me hizo eterna. No me podía imaginar que ocurría para que Dan no quisiera cantar esa canción con nadie.
Salvo conmigo.

martes, 5 de julio de 2011

Capítulo 21

 Me acabo de despertar y apenas son las 5 de la mañana.

-Saldré a la terraza a despejarme- Pensé

Pero, ¿qué me pasa?
A  ver, tengo todo lo que siempre he querido, y aún así siento que me falta algo.
Un momento, ¿Qué día es hoy? ¿13 de Julio? Dentro de dos días es el aniversario de la muerte de mi madre… Debería ir a visitar su tumba. Luego intentaré convencer a Doug.

Bueno, puesto que estoy despierta voy a aprovechar las pocas horas de soledad que me quedan. Intentaré terminar la canción de cumpleaños.

Después de unos minutos seguía bloqueada y empezaba a quedar dormida. Y como no. Supe como terminar mi regalo.

Dice así la canción:

Like to thing that you know me
But In your eyes
I’m something above me

Only in your mind
Only in your mind

I wear
I wear
I wear a halo

One thing is clear
I were a halo
I were a halo
When u look at me
Standin’ from here
You wouldn’t say so
You wouldn’t say so if you were me
And I just wanna love you
I just wanna love you

Ya está. El regalo perfecto para el chico perfecto.

Estaban a punto de dar las 6. Y cuando iba a volver a la cama para dormir alguna hora más, apareció mi novio con cara de preocupación.

- ¿Qué haces aquí sola?- me preguntó con curiosidad.

- No, nada- dije- había salido a despejarme.

- Pero…- balbuceó extrañado- ¿Te ocurre algo en particular?

- No sé si recuerdas que en un par de días es el aniversario de la muerte de mi madre- le dije.

Asintió con la cabeza.

- Pues me preguntaba que si antes de volver a casa podríamos pasarnos por su tumba- le conté- Solo si tú quieres, claro.

- Eres tonta, de verdad- dijo cogiéndome de la mano y llevándome a la habitación- Si a ti te hace feliz, iremos.

Sonreí.

- Anda, prepara la maleta y volvemos ahora para casa- me dijo.

- Gracias- susurré- Espero no haberte arruinado tu plan para estos días.

- Al contrario- negó- Has hecho de estos días los mejores de mi vida.

Y así, igual que habíamos venido, nos fuimos.

Cogimos un avión hacia Londres y desde allí fuimos en tren a Cardiff.



En un momento determinado. Mientras íbamos en el tren, lo recordé.

- ¿Les vamos a contar a los chicos que nos hemos prometido?- Pregunté.

- Lo que tú quieras- dijo mirando el anillo que hace unos días me había regalado.

- Creo que es mejor que no- dije- Sí, definitivamente es mejor que no les digamos nada hasta el día de la boda de Gio y Tom.

Dicho esto el tren llegó a nuestro destino.

Esta vez optamos por ir a pie hasta el cementerio por que apenas se encuentra a unos dos cientos metros.
En la entrada de este, compramos flores. Orquídeas blancas. Las flores favoritas de mi difunta madre.

- ¿Quieres que te acompañe?- Me preguntó Dougie.

- No- dije- Prefiero ir sola.

Empecé a caminar y al minuto me encontraba agachada frente a la tumba de mi madre.

Le susurré lo mucho que la echaba de menos, lo que daría por volverla a ver…
También le conté que estaba con Doug, que nos habíamos prometido, que le dedicaría un concierto a ella y cientos de cosas más.

Me encantaría abrazarla al menos una vez más.

Después de esto estuve un rato llorando y decidí que ya llevaba suficiente tiempo aquí.
Pero mientras que me levantaba para marcharme noté una presencia detrás de mí.

- Eres el vivo reflejo de tu madre- dijo una voz ronca que había oído cientos de veces.

¿Qué hacía él aquí?

Hacía demasiado que no sabía absolutamente nada de él, pero ni un instante lo había olvidado.

Capítulo 20

Abrió la pequeña caja azul y dentro se encontraba un anillo de pedida de oro, con un zafiro azul incrustado en el centro.

Diréis una chica de 23 años que se comprometerse con su novio con el que apenas lleva unos meses es una locura. Va fracasar ese matrimonio, y os vais a arruinar la vida.
Pero… ¿Queréis sabes algo? No me importa en absoluto vuestra opinión.
Dougie es lo mejor que me ha pasado o desde que tengo uso de memoria, y sé que él es el definitivo. No voy a encontrar a nadie que me comprenda mejor que él, que me quiera más, que se parezca más a mí, no voy a encontrar a nadie mejor que él. Pero no quiero a nadie mejor que Dougie, solo quiero a mi novio. Ahora y siempre.

- Contesta- me dijo quitando levemente su sonrisa-  por favor… contesta…

- Dougie- Empecé a decir- Eres al único al que quiero, y al único que soy capaz de entregarle cada minuto de mi vida. Asíque  mi respuesta es…

Hice una pausa dramática para darle un poco más de emoción. Llamarme loca, pero este es mi momento y quiero disfrutarlo.

- SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII – Grité.

Estoy segura de que Gio desde Londres me había oído gritar.


Me puso el anillo en el dedo. Parece que debía estar ahí desde siempre. Parecía que había sido  creado para estar en mi mano.

Abracé a mi novio con todas mis fuerzas. Sabía que mi decisión era la acertada.

- Te quiero- le susurré al oído- Te quiero por encima de todas las cosas.

- Tú eres mi vida- Me dijo Dougie- Ya Angy ni nadie nos podrá separar.

Me separé de él. ¿No me habría pedido matrimonio por el tema de Angy? Preferí no quedarme con la duda.

- Esto no lo habrás echo por lo que dijo Angy, ¿no?- Pregunté dudosa.

- No- me dijo seriamente- Llevaba desde el primer momento esperando el momento adecuado para pedírtelo. Y sin duda ahora mismo estamos mejor que nunca.

- Gracias- dije besándole- Gracias por cada segundo a mi lado.

- Bueno, sin más preámbulos- dijo girando mi silla- La cena se va a enfriar.

Comimos carne con una salsa con receta secreta. Deliciosa, por cierto.

El resto de la noche pasó tranquilamente. Tomamos alguna que otra copa en la terraza y continuamos hablando sobre nuestro futuro juntos.

- Cariño- dijo mi novio tumbándose a mi lado.

- Dime, ¿qué ocurre?- dije abrazándole.

- Sé que aún es pronto- me dijo- Pero… ¿Cuándo quieres que sea la boda?

Aún se me hacía muy raro acostumbrarme a estar prometida. Dentro de unos meses seré a señora Poynter.
Vic Poynter… suena tan perfecto…

- ¿Vic, Vic?- dijo mi novio- ¿Me estás oyendo?

- Sí, sí – respondí- Estaba pensando en lo bien que suena Vic Poynter- añadí con una sonrisa de oreja a oreja.

- Decía que ¿cuándo quieres que sea la boda?- Reiteró con la pregunta.

- Después de la boda de Gio y Tom- dije- Pero más o menos durante mi gira o quizás algo antes.

Ahí terminó nuestra conversación.
Esa misma noche soñé con mi boda perfecta. Sería en un sitio de mar, en la orilla del agua. Con apenas  gente, solo los chicos y gente muy cercana a nosotros. Con un traje blanco estrecho. Con una cinta en el cabello y todos vestidos de blanco.

Después de eso no recuerdo que ocurrió.

Capítulo 19

Con las primeras luces del día volvimos a la casa y nos tomamos el desayuno.
Un par de tostadas y un café con leche.

Rápidamente íbamos a  volver a la playa. Por lo tanto me llevé una cesta con comida para almorzar

Esta vez decidí ponerme el bikini negro y llevarme mi libro favorito: Sueños de una noche de verano.

Cuando llegamos a la playa me tumbé en la toalla y me puse a leer.

- ¿No te vas a bañar?- Me preguntó Dougie extrañado.

- Luego dentro de un rato que ahora estoy cansada.

Dicho esto me volví a meter en mi lectura. Pasaron los minutos y no se oía ni un solo ruido cuando de repente alguien me cogió por la espalda y me llevó en volandas hasta el agua.

- Dougie para por favor- dije riéndome- Bájame ya.

- Sí, voy a bajarte- me dijo- pero cuando estemos dentro del agua.

Treinta segundos después estaba dentro del agua con mi novio.

Cuando empezó a hacerme cosquillas empecé a gritar como una loca. No las soportaba.

- Para ya por favor- dije sin poder reírme más.

- Paro si me das un beso.

Y como de costumbre sin darme tiempo a responderle me besó.

Sabía a sal, un beso muy salado y dulce a la vez. Cada cosa por un motivo diferente.

Se separó de mí y empezó a parlotear.

- Más vale un beso robado que…-Intentó decir

Pero no puedo terminar la frase por que esta vez fui yo la que le robé un beso.

Al cabo de unas horas nos salimos del agua y nos sentamos en un saliente rocoso para comernos nuestros respectivos bocadillos.

La tarde continuó igual que como había sido la mañana. Muchos besos, mucho sol y mucho agua.

Cuando por fin empezaron a ocultarse los últimos rayos de sol decidimos que voy era hora de volver a casa.

- Creo que voy a darme un largo baño- dije mirando mi pelo todo revuelto.

- Perfecto- añadió mi novio.

- ¿Por qué lo dices?- Pregunté con curiosidad.

- No, no- dijo- Por nada en especial. Tú tarda todo lo que necesites que yo iré preparando la cena.

Algo más convencida me fui a la ducha.
Estuve un par de minutos esperando a que se llenara de espuma toda la bañera y cuando terminó me metí.

Empecé a pensar en que este tiempo con Dougie estaba siendo en mejor de mi corta vida, por que apenas tengo 23 años, pero soy mucho más feliz de lo que jamás lo he sido.

Mientras me bañaba me vino mi típica inspiración de momentos inoportunos y supe que trozo más fe canción añadir al regalo de mi novio.

I always said that I would make mistakes
I’m only human and that’s my savin’ grace
I’ll fall as hard as I tray
So don’t be blinded
See me as I really am I
I have flaws sometimes I even sin
So pull me from a pedestal
I don’t belong there

One thing is clear
I were a halo
I were a halo
When you look at me
Standin’ from here
You wouldn’t say so
You wouldn’t say so if you were me
And I just wanna love you
I just wanna love you

Sin duda alguna era una de las mejores canciones que había compuesto hasta el momento.

Diez minutos después decidí que mi baño que había durado lo suficiente.
A sí que me salí de la bañera, me sequé y me puse un bonito vestido azul marino y bajé a la cocina.

Esta estaba iluminada pero la luz estaba apagada. ¿Qué estaba ocurriendo?
Entré por la puerta y vi un camino de velas que llegaba hasta mi novio que tenía entre las manos un ramo de flores rojas.

No creo que lo que esté ocurriendo es lo que yo pienso…

- Cariño- Me dijo- Siéntate en esta silla un momento.

Caminé entre las velas y me senté donde me lo había pedido.

- Sabes que te quiero más que ha nadie, ¿verdad?- Me preguntó seriamente.

Asentí con la cabeza puesto que no era capaz de articular ni un solo monosílabo.

- Vic – empezó a decirme.

Yo estaba muy quieta, más que una estatua.

Se arrodilló ante mí. ¡Oh Dios! Esto no podía ser verdad.

Sacó una pequeña caja azul de su bolsillo y volvió a hablar.

- Vic, mi vida- dijo- ¿Quieres ser la señora Poynter? ¿Quieres casarte conmigo?

Capítulo 18


- Vic, Vic- dijo Dougie- Despierta que ya va a aterrizar el avión.

Desperté algo traspuesta y medio dormida me bajé del avión.

- ¿Falta mucho para llegar Doug?- Dije agotada- Es que estoy muy cansada.

- No, tranquila, ahora vamos a coger un taxi- me dijo dulcemente.

A los pocos minutos llegó un señor de unos 45 años conduciendo en el taxi.
Metimos las maletas en el maletero y nos sentamos en los asientos traseros del vehiculo.

- ¿A dónde les llevo caballero?- Preguntó amablemente el conductor.

- Al puerto- respondió mi novio cortésmente.

De repente lo recordé. No sabía donde me encontraba, así que decidí dejar lo de dormir para otro momento y mirar por la ventanilla a ver si algún sitio me resultaba conocido.
Después de media hora yo seguía mirando por la ventana y no me sonaba para nada en absoluto este lugar.
Ni por fotos, ni por revistas. Por nada.
Finalmente llegamos al puerto y había un cartel que ponía: Puerto marítimo de Grecia.
Esto era increíble. Dougie sabía que mi sueño siempre había sido ir a Grecia puesto que siempre me habían hablado muy bien de ella.

- Son 30 euros señor- dije el taxista.

- Aquí tiene- dijo mi novio dándole los treinta euros.

Nos bajamos del taxi y cogimos las maletas.

- ¿Por qué venimos al puerto?- Pregunté- ¿Voy a tener que dormir en un barco?

- No descuida- dijo riéndose- Es que al lugar que vamos es un tanto especial y solo se puede acceder por la playa desde el mar.

Dicho esto alquiló un barco y empezó a conducirlo. No sabía que supiera conducir barcos pero por si era la primera vez que lo hacía preferí no arriesgarme a preguntar.

En aproximadamente unos veinte minutos habíamos llegado a la playa, y en efecto, no había nada ni nadie excepto unas rocas y una casa bastante bonita.

- ¿Ves esa casa?- dijo señalando la única casa que había- Pues va a ser nuestra durante los próximos días.

Era increíble, cada día a su lado superaba con creces al anterior.

Cuando conseguimos aparcar el barco en un pequeño puerto salí disparada hacia la casa.
De cerca era incluso más impresionante que de lejos.

Como la llave estaba puesta junto a un papel que decía: Disfruten de su estancia.
Decidí entrar para ver como era la casa.

Tenía dos plantas.
En la planta de abajo se encontraba una cocina muy grande, con encimeras de roble, un gran frigorífico y vajilla de porcelana, un salón con televisión de plasma y un gran cuarto de baño.
Mientras que en la planta superior se encontraba una gran habitación de matrimonio con un cuarto de baño con bañera de hidromasaje y una terraza con visas a la idílica playa.

La playa… ¡es verdad! He dejado a mi novio con las maletas por que yo he salido corriendo.

Cuando me disponía a bajar para ayudarle apareció por la puerta del dormitorio.

- No te molestes en bajar- me dijo sonriendo- ya está todo guardado.

Antes de que me diera tiempo a reaccionar me tiró a la cama y empezamos a reírnos sin motivo aparente.

- Venga- me dijo tirando de mí- Vamos ha ver la puesta de sol en la playa.

Debíamos de haber pasado bastante tiempo hablando en la cama para que ya fuera la puesta de sol.

Bajamos a la playa.

Yo me cambié y me puse otro vestido similar al que tenía anteriormente puesto, mientras que Doug se puso unos pantalones cortos y una sudadera.

Nos sentamos en la arena y nos colocamos para ver a puesta de sol.

- Este lugar es precioso- susurré.

- Me alegro mucho de que te guste- dijo Dougie mientras observábamos la puesta de sol.

Estuvimos mucho rato en la playa, y empezó a hacer más frío por lo que mi novio me dio su sudadera.
Nos tumbamos y le abracé dulcemente.

- No me importaría estar así eternamente- dije entre sus brazos.

- A mí tampoco- Me respondió mientras nos dormíamos en la playa de este fantástico lugar.

Capítulo 17

Halo

I never promised you a ray of light 
I never promised there’ll be sunshine everyday 
I’ll gave you everything I have 
The good the bad 

Why do you put me on a pedestal? 
I’m so up high that 
I can see the ground below 
So help me down 
You’ve got it wrong 
I don’t belong there 

One thing is clear 
I wear a halo 
I wear a halo 
When you look at me 
But Standin’ from here 
You wouldn’t say so 
You wouldn’t say so if you were me 
And I just wanna love you 
I just wanna love you 

No es que fuera por presumir, pero me estaba quedando preciosa, aunque me faltara aún algo más de media canción.
Pero de repente no sabía que más escribir en la canción. Me solía pasar, me bloqueaba y ya no sabía que más poner.
Estuve varias horas pensando en que más añadir pero en algún momento de la noche me quedé dormida en el sofá.

Sobre las 10 un ruido un la cocina me despertó.
Pero… ¿qué hago en la cama?

Dougie me debió de ver en el sofá y me ha traído en brazos hasta aquí.

- Pero que bien huele- dije cuando Doug apareció con el desayuno en la habitación.

- ¿A si?- Dijo él- Espero que sepa tan bien como lo parece.

En diez minutos había devorado todo el desayuno.

Empecé a vestirme, porque en una hora había que estar en el aeropuerto.

Finalmente me puse un vestido de tirantes con flores, que se quedaba por encima de la rodilla. Y me recogí el cabello en una coleta para no pasar calor.

De repente me acordé de la canción de ayer. Me puse las sandalias rápidamente y bajé a buscar la canción. Tras buscarla durante un rato no obtuve ningún resultado.

- Si buscas lo que estabas componiendo ayer está en la mesa de la cocina- gritó mi novio desde arriba.

Corrí hacía donde me había dicho y en efecto allí se encontraba.
Pero… No la habría leído, ¿verdad? Porque si no mi regalo se habría estropeado.

Decidí subir a preguntarle directamente a él.

- No, no la he leído- me dijo tranquilamente- Yo siempre voy a esperar a que decidas ensañármelo para verlo.

- Gracias- dije- de verdad, gracias por no leerlo.

- Bueno, ahora deja de decir pegos- me dijo- y coge tú maleta que si no salimos ya perderemos el avión.

Cogimos las maletas, las metimos en el coche, nos montamos, y partimos rumbo al aeropuerto.
Cuando llegamos tuvimos que esperar un poco, entregar las maletas, y finalmente nos montamos en el avión rumbo a un destino desconocido para mí.

- ¿Estas nerviosa?- Me preguntó Dougie.

En realidad estaba algo nerviosa, pero por saber a donde íbamos.

- No- dije ocultándole algo de la verdad- Contigo iría hasta el fin del mundo.

Y esto último era totalmente cierto.

Decidí dormirme para que al llegar la sorpresa fuera aún mayor.

Capítulo 16

Pero de repente me acordé.

No tengo ropa para irme a la playa. A ver, tengo un par de vestidos monisimos, alguna que otra pamela y un pareo. Pero no tengo ni un solo bikini.

- Creo que no voy a poder ir a la playa – Dije pensando.

- ¿Por qué? ¿Qué ocurre? – Me preguntó extrañado- Pero si te parecía una idea genial.

- Y me sigue pareciendo fabuloso- Respondí- Pero no tengo bikinis.

- ¿Ese era el gran problema?- Dijo riéndose- Pues vamos al centro comercial ahora mismo.
Y así, como si fuera lo más natural del mundo, nos metimos en el coche y fuimos al centro comercial a comprarme un par de bikinis.
Entramos a la tienda y había cientos de bikinis preciosos, si por mí fuera me llevaría toda la tienda en mi maleta.
A sí que decidí empezar a probarme alguno porque en una hora cerrarían la tienda.

El primero que me probé era un bikini azul oscuro con lazos rojos muy favorecedor.
Y el segundo que decidí ver como me quedaba era negro con unas pequeñas flores rosas.

- Bueno- dije saliendo del probador- ¿Cuál me queda mejor?

- Los dos te quedan espectaculares- dijo mi novio.

Nos empezamos a besar por que realmente Dougie no sabía el poder que ejercía sobre mí cuando me decía esas cosas.
Tras un rato besándonos noté una voz que nos hablaba.
Era la dependienta, que nos avisaba de que iban a cerrar la tienda en unos minutos.

A sí que nos dirigimos a pagar los dos bikinis. Cuando salimos de la tienda pensaba que nos íbamos a marchar ya a casa.

- ¿A dónde vas? – Me preguntó mi novio- Ahora nos vamos al cine, y luego a cenar por ahí.

- Ves- dije señalándole- Si es que debo quererte.

Llegamos al cine y elegimos una película cualquiera, por que realmente lo único que queríamos era estar juntos. Entramos en la sala, nos sentamos en nuestras butacas y nos pusimos a hablar.

- Quiero estar siempre a tu lado, ¿vale?- Me dijo románticamente.

- Sabes que yo también- Dije convencida de lo que decía.

- Necesitaba oír eso- dijo cerrando los ojos.

- ¿Acaso lo dudabas?- Le pregunté extrañada- ¿Qué ocurre?

- Nada- me dijo mirándome a los ojos- Solo quiero que recuerdes que te quiero más que a nada.

Le abracé, cerré los ojos y esperé a que terminara la película.

Después de que terminara la película íbamos a ir a comer.

- ¿Dónde quieres que comamos?- Me preguntó intrigado por saber mi respuesta.

- A ningún sitio- Le dije cansada- Vámonos ya a casa, que estoy agotada. Hoy ha sido un día muy largo.
- Como quieras- dijo encogiéndose de hombros.

Nos montamos en el coche y veinte minutos después estaba metida en la cama, con el pijama puesto y abrazada a mi novio.
Pero cuando estaba a punto de dormirme me vino una inspiración.
Me levanté, me puse los zapatos y me fui a componer una canción. La canción que sería el regalo de cumpleaños perfecto.

- ¿A dónde vas?- Preguntó Dougie medio dormido- ¿No es ya un poco tarde para ir a hacer algo? Seguro que puedes hacerlo mañana.

- No- dije- Tú duérmete que yo en un rato vengo.

Bajé corriendo las escaleras y me puse a pensar.

La canción tenía que ser perfecta, y sobre todo, tenía que mostrar todo lo que siento hacia mi novio.
Así que empecé a escribir.

Capítulo 15

- Tú- dijo Dan- Fuera.

- Mira, si es mi amigo Danny… -dijo Angy sonriendo

- Lárgate- repitió Danny- ¡Ya!

- Tranquilo querido, solo hablaba con una vieja amiga- dijo mirándome con odio- ya me voy.

Y se fue tan sutilmente como había venido, sin hacer el mínimo ruido.

- ¿Estás bien preciosa?- Me preguntó mi amigo preocupado- Tenía que haber llegado unos minutos antes…

Pero yo ya no le escuché. Me puse a llorar, igual que cuando eres pequeño y te quitan tu juguete preferido. No sabes por qué lloras pero necesitas hacerlo.
Pues justo así me sentía en estos momentos, no sé si podré soportar esta presión de estar en alerta para que no me haga nada Angy.
No sé si le contarle a Dougie lo que acaba de ocurrir.

- ¡Eh! – Me dijo Dan- Tranquila. Ya pasó todo, no dejes que esa chica se interponga en tus sueños.

- Pero… - Dije sollozando- No quiero que le pase nada a Doug.

- ¿Te ha dicho algo Angy de él?- Me preguntó extrañado.

- Bueno, me ha dicho que si ella no está con él, yo tampoco.

- Solo te querrá asustar- Dijo intentando consolarme- Y ahora cuéntame para que querías verme.

- Vale- susurré- Quería que me ayudaras a elegir que canciones cantar con McFly.

- Me parece perfecto, ¿tienes algo pensado?

- La verdad es que sí- dije algo más animada- Me gustaría cantar una canción en acústico contigo y otra todos juntos.

A Danny le pareció perfecta la idea. Y a pesar de que solo tenían un disco en el mercado tardamos varias horas en elegir que canciones cantar.
Finalmente decidimos que cantaría con él Not alone y todos juntos Ultraviolet pues que eran unas de nuestras favoritas.
Con Not alone siempre me sentía acompañada, sabía que las cosas irían bien. Y con Ultraviolet salía parte de mi lado romántica y tenía cierto aire de misterio.

- Gracias Danny- dije feliz- Eres el mejor.

- Gracias a ti- dijo abrazándome- Y recuerda, la semana que viene a las 11 grabamos las canciones.

- Tranquilo, lo recordaré- dije.

Me monté en mi moto y conduje a toda velocidad hacia mi casa y busqué a Dougie.

Estaba tranquilamente cantando en la ducha.

- No sabía que cantabas tan bien- Dije robándole la toalla que tenía apoyada en el lavabo.

- No sabía que andabas por aquí- me respondió- ¿Qué tal el día?- Dijo cerrando el grifo.

- Ahora que estoy con mi novio, perfecto- Dije corriendo hacia la cama con su toalla.
Tardó unos segundos en darse cuenta que la toalla que tenía preparada se la había robado.

- Oye, ¿y ahora como me seco?- Dijo riéndose- En un minuto estoy ahí contigo, que voy a vestirme.

Y como no. Tan puntual como siempre.
Se acomodó en la cama al lado mío aún con el pelo húmedo, me hundí en su pecho y le conté lo de las canciones y mi encuentro con Angy.

Después de contárselo todo me sentí mucho mejor.

- Recuerdas lo que te dije, ¿verdad?- Dijo mirándome- Nadie no vas a separar jamás.

-  Lo se- dije felizmente.

- Ya me aseguraré de que Angy desaparezca de nuestras vidas- Me dijo- Y ahora haz la maleta que mañana cogemos un avión.

- ¿Cómo? ¿Un avión?- Dije curiosa- ¿A dónde vamos?

- Tranquila- me dijo sonriendo- Pensaba darte la sorpresa dentro de unos días pero me apetece que nos vayamos ya. He alquilado durante unos días una casa al lado de la playa.

- ¿De verdad? ¡Qué ilusión! – Dije chillando-  Pero… ¿A dónde vamos?

- Ya lo descubrirás cuando lleguemos.

No me lo podría creer. Irme con él un par de días a un lugar misterioso.

Si es un sueño que nadie me despierte jamás.
Nunca me imaginé que podía empezar el día triste y acabar tan feliz.