- Pe... pero... Vic, ¿Tú no estabas con Dan?- Preguntó Giovanna- ¿Cuándo habéis roto?
Yo no sabía que responder, no estaba preparada.
-Hace un par de días- Dijo Dan- Cortamos hace un par de días.
-Eh tío- Dijo Dougie- No tienes por qué hacerlo...
-No, tranquilo, quiero explicarlo yo- Y me guiñó un ojo- Hace un par de días decidimos cortar porqué sabía que ellos dos hacían una pareja preciosa, y merecen ser felices- Hizo una pausa- Sobre todo tú Doug, ya que el amor nunca ha sido tu punto fuerte.
-Pues felicidades pareja- Dijo Harry
-Hacéis una pareja fantástica- Añadió Gio.
No podía creerme lo que acababa de pasar, ¿porqué hacía Dan eso por mí después de portarme tan mal con él?
Nos alejamos un poco Dan y yo y empezamos a hablar.
-No digas nada, me importas demasiado- Me dijo Dan- Y si para ser feliz debes estar con Dougie, adelante.
-Gracias de verdad- Dije- No sé como agradecértelo.
-No digas nada, solo ve y disfruta de tú novio.
- Gracias de verdad- dije abrazándole.
Corrí hasta mi novio, más feliz que nunca y salté a sus brazos mientras nos besábamos. Sabía que ya nada podría salir mal. Tenía todo lo que quería.
Pasaron los días y llegó el día de mi cumpleaños.
-Felicidades cariño, te quiero mucho- Dijo Dougie vendándome los ojos- Tengo una sorpresa para ti.
Nos montamos en su coche y estuvo un rato conduciendo.
-¿Qué es cielo?- pregunté- Quiero saber mi sorpresa.
- Pero es que si te lo contara dejaría de ser una sorpresa- me dijo cariñosamente- Además, ya hemos llegado.
Estaba muy emocionada porque quería saber que era mi regalo.
Así que cuando me quitó la venda me quedé anonadada.
- Este regalo es increíble – Chillé felizmente
¿Queréis saber que era el regalo?
Era una casa. Y no una casa cualquiera, sino una casa de dos plantas, pintada de color azul mar, con un bonito césped en la parte delantera.
- Eres increíble Dougie.
- No, tú me haces serlo.
Esto era maravilloso, hice bien en elegir a Dougie, es mi alma gemela.
Entramos en la casa y justo a la entrada tenía un salón precioso, con una chimenea y unos elegantes sofás de color rojo. Al final de pasillo, junto a las escaleras, estaba un cuarto de baño y una gran cocina.
Si subías las escaleras había un par de habitaciones para invitados, un cuarto de baño y la habitación principal.
Y puesto que tenía una cama de matrimonio intuí que Dougie pasaría muchas noches conmigo.
- Pero aún queda una sorpresa más- exclamó- Ven, acompáñame.
Salimos de la casa, pasamos por al lado de una hermosa piscina y llegamos a una casa mucho más pequeña que se encontraba al lado de la casa principal.
- NO- Grité- ¡Esto es demasiado!
Era un estudio, con mesa de mezclas, guitarras, bajos, incluso una batería.
Tuve que pellizcarme porque esto era demasiado bonito para ser real.
- ¿Te ha gustado mi regalo? – Preguntó mi novio- Espero que me dejes pasar por aquí de vez en cuando.
- Me ha encantado - Respondí- Pero no, tú no vas a estar aquí de vez en cuando, tú vas a vivir aquí conmigo.
Lo quería tanto, aún no sé que ha visto en mí. Yo, la chica más normal del mundo, tiene el novio más maravilloso que se podría tener y va a saltar a la fama por todo lo alto.
- Sabes que yo por ti iría hasta Marte- Dijo con su típica sonrisa.
- Ves - Dije- Es que debo quererte. Entonces… ¿te vas a venir a vivir?
No hay comentarios:
Publicar un comentario