jueves, 30 de junio de 2011

Capítulo 8

Hubo un silencio largo. Muy largo. Largísimo. De esos que aparecen cuando acabas de conocer a alguien y no sabes que decir.
Pasaron varios minutos y tenía sus ojos clavados en mí, pero no reaccionaba, no se movía.
Pero como no, ocurrió lo que tenía que pasar...

-¿Vic? , ¿Dougie? – Era Danny- ¿Estáis ahí?

-Sí, sí. Estamos aquí- Grité-¿Y ahora que hacemos? –susurré

Pero ya no quedaba tiempo para responder. Mi novio, Dan, acababa de cruzar la puerta y no teníamos ninguna excusa. ¿Qué íbamos a decirle? No soy capaz de hacerle daño.

- Mi mejor amigo y mi novia juntos. ¿Qué me he perdido? – Exclamó - ¿No vais a venir a saludarme?

-Sí, sí, ya voy- Dije con la voz entrecortada- Me ha encantado vuestro concierto. Ya sabes que soy vuestra mayor fan.

-Dan- dijo mi amigo- Vic y yo nos íbamos a celebrar su éxito porque me debe una tarde juntos, lo entiendes, ¿verdad?

-Sí, claro que sí- Respondió Danny- divertíos.

Y se marchó tal y como había venido.

Doug me cogió de la mano y corrimos hacia su coche.
- Hoy eres mía- dijo sonriendo- Y espero que así sea durante mucho tiempo- Y me guiñó un ojo.

Vale. Lo quería. Me volvía loca, ¿para que negarlo? Amaba su forma de reírse, como me miraba, como me sonreía… Todo.

- Por cierto- añadió- Tú y yo tenemos algo pendiente.

Me empecé a poner muy nerviosa. Demasiado, como siempre. Me gustaba mucho. Mucho más de lo que nunca lo había echo Danny. Me sentía fatal por ello pero no quería seguir más tiempo con mi novio.
Yo quería estar con el chico rubio con flequillo, de ojos increíbles que estaba a escasos centímetros de mis labios.

Se paró, como siempre. Nunca nos habíamos besado porque siempre se pasaba en lo mejor.

- ¿Quieres que continúe?- Empezó a hablar, como siempre- ¿Estas segura de que...

Pero me harté y le besé. Estaba cansada de que siempre se parara.

Fue un beso largo, muy largo. E intenso, muy intenso. En definitiva, el mejor beso de mi vida. Creo que no necesitáis más detalles.

- Si me vas a callar a así, estaré hablando toda la vida- Dijo con una sonrisa de ensueño.

Me reí. Le quería, quería gritárselo al mundo entero.

- Pero.. –Me dí cuenta al instante- ¿Qué va a pasar con Dan?

-Tranquila pequeña- Dijo- Iremos a hablar con él mañana.

Y nos volvimos a hundir en un profundo beso.

Dormimos toda la noche juntos, abrazados. Quería que el tiempo se detuviese para estar así siempre.

Din dong, din dong.

¡Oh! No. ¿Y si el que llama a la puerta es Dan?

No hay comentarios:

Publicar un comentario