-Veo que sigues viva-Me dijo Danny- Y además te queda perfecto ese vestido.
Danny... “D” era Danny y no Dougie. Soy tonta… ¿Cómo va a quererme Doug? Él es perfecto y yo… Bueno yo soy Vic.
-Gracias cielo- Le dije- Gracias por esta sorpresa.
-Por ti lo que sea- Me dijo sonriendo- Y ahora salúdame como es debido, ¿no?
Y nos besamos. Yo pensaba que era buena actriz, pero se ve que no.
-Estas rara, ¿es que no quieres verme?-Añadió
-Sabes que no es eso- Mentí- Me encanta estar a tu lado.
Pero todos sabíamos que no decía la verdad. Aún así se hizo el loco y dejó el tema.
-Bueno preciosa. Ahora tengo que volver a coger el tren- Dijo- Pero en un par de días estaré aquí, así que cuídate.
No sabía que hacer. Me sentía fatal conmigo misma. A ver, tengo novio, lo quiero mucho, o eso creo, y creo que empiezo a sentir algo por mi mejor amigo.
No puedo más, no puedo más. Me he cambiado, he cogido la vespa y me he ido a un bar.
-Déme lo más fuerte que tengo-Grité-Y dese prisa.
-Bueno, bueno, ¿Qué haces tú por aquí?- Era Harry- Si quieres puedes contarme que ha pasado.
-Necesito hablar con alguien que no sea ni Dan ni Doug, así que me vendría bien hablar contigo- Dije agotada- Aunque estoy va para rato.
Llevaba unas cinco copas y estaba muy borracha, pese a que yo no bebiera asiduamente.
Se lo conté absolutamente todo. Mis conversaciones con Dougie, la sorpresa de Dan e incluso el casi beso.
-Esto es más complicado de lo que pensaba- Me dijo- Pero deberías decidir que hacer pronto, porque los aprecio mucho y no quiero que sufran.
-Pero, ¿qué ocurre?- Pregunté
-Que Dougie acaba de entrar por la puerta- Dijo.
Todos los problemas se me amontonaban y notaba que la cabeza me iba a explotar.
-¡Hola tronco!- Dijo Dougie abrazando a Harry- Y hola preciosa- Mirándome a mí.
-Dougie deberías levar a Vic a su casa- Dijo Harry- Por que ha bebido mucho.
Yo no opuse resistencia porque Harry tenía razón, estaba muy borracha.
-Vale, ya hemos llegado- Dijo tumbándome en mi cama- Ahora voy a marcharme
-No, por favor- chillé- quédate conmigo.
-¿Estás segura?
-Sí, segurísima- Añadí- Ven, échate aquí.
Se tumbó al lado mío y dijo:
-Duerme un poco princesa, que mañana tenemos que componer la canción.
-Solo una cosa más por favor- supliqué- Cuando me despierte quiero que sigas aquí a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario