martes, 5 de julio de 2011

Capítulo 21

 Me acabo de despertar y apenas son las 5 de la mañana.

-Saldré a la terraza a despejarme- Pensé

Pero, ¿qué me pasa?
A  ver, tengo todo lo que siempre he querido, y aún así siento que me falta algo.
Un momento, ¿Qué día es hoy? ¿13 de Julio? Dentro de dos días es el aniversario de la muerte de mi madre… Debería ir a visitar su tumba. Luego intentaré convencer a Doug.

Bueno, puesto que estoy despierta voy a aprovechar las pocas horas de soledad que me quedan. Intentaré terminar la canción de cumpleaños.

Después de unos minutos seguía bloqueada y empezaba a quedar dormida. Y como no. Supe como terminar mi regalo.

Dice así la canción:

Like to thing that you know me
But In your eyes
I’m something above me

Only in your mind
Only in your mind

I wear
I wear
I wear a halo

One thing is clear
I were a halo
I were a halo
When u look at me
Standin’ from here
You wouldn’t say so
You wouldn’t say so if you were me
And I just wanna love you
I just wanna love you

Ya está. El regalo perfecto para el chico perfecto.

Estaban a punto de dar las 6. Y cuando iba a volver a la cama para dormir alguna hora más, apareció mi novio con cara de preocupación.

- ¿Qué haces aquí sola?- me preguntó con curiosidad.

- No, nada- dije- había salido a despejarme.

- Pero…- balbuceó extrañado- ¿Te ocurre algo en particular?

- No sé si recuerdas que en un par de días es el aniversario de la muerte de mi madre- le dije.

Asintió con la cabeza.

- Pues me preguntaba que si antes de volver a casa podríamos pasarnos por su tumba- le conté- Solo si tú quieres, claro.

- Eres tonta, de verdad- dijo cogiéndome de la mano y llevándome a la habitación- Si a ti te hace feliz, iremos.

Sonreí.

- Anda, prepara la maleta y volvemos ahora para casa- me dijo.

- Gracias- susurré- Espero no haberte arruinado tu plan para estos días.

- Al contrario- negó- Has hecho de estos días los mejores de mi vida.

Y así, igual que habíamos venido, nos fuimos.

Cogimos un avión hacia Londres y desde allí fuimos en tren a Cardiff.



En un momento determinado. Mientras íbamos en el tren, lo recordé.

- ¿Les vamos a contar a los chicos que nos hemos prometido?- Pregunté.

- Lo que tú quieras- dijo mirando el anillo que hace unos días me había regalado.

- Creo que es mejor que no- dije- Sí, definitivamente es mejor que no les digamos nada hasta el día de la boda de Gio y Tom.

Dicho esto el tren llegó a nuestro destino.

Esta vez optamos por ir a pie hasta el cementerio por que apenas se encuentra a unos dos cientos metros.
En la entrada de este, compramos flores. Orquídeas blancas. Las flores favoritas de mi difunta madre.

- ¿Quieres que te acompañe?- Me preguntó Dougie.

- No- dije- Prefiero ir sola.

Empecé a caminar y al minuto me encontraba agachada frente a la tumba de mi madre.

Le susurré lo mucho que la echaba de menos, lo que daría por volverla a ver…
También le conté que estaba con Doug, que nos habíamos prometido, que le dedicaría un concierto a ella y cientos de cosas más.

Me encantaría abrazarla al menos una vez más.

Después de esto estuve un rato llorando y decidí que ya llevaba suficiente tiempo aquí.
Pero mientras que me levantaba para marcharme noté una presencia detrás de mí.

- Eres el vivo reflejo de tu madre- dijo una voz ronca que había oído cientos de veces.

¿Qué hacía él aquí?

Hacía demasiado que no sabía absolutamente nada de él, pero ni un instante lo había olvidado.

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